Ajenos totalmente a nuestra presencia, a pesar de nuestra proximidad en el interior del hide, cada uno de estos abejarucos está en lo suyo: avistar y cazar todo tipo de insectos.
En los Oteros, León.
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El abejaruco, para mi gusto, puede que sea el ave, o al menos una de las aves, más bellas que tenemos por estas tierras. Es toda una suerte, mucho trabajo también, haber podido hacer una serie como la que nos presentas.
ResponderEliminarUn abrazo,
Maravillosa esta serie de fotos, me ha encantado verla y te felicito por tan buen trabajo.
ResponderEliminarUn besito, Lourdes.
Bellisimas imagenes, amiga... Todo un lujo el modo en que las has captado
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