Buscando orquídeas en las proximidades del Tinto no pude resistirme a echar un vistazo al río sin mucha esperanza de encontrar sus característicos colores ya que los vertidos cada vez más frecuentes han cambiado su composición y también su aspecto. Sin embargo, fue una agradable sorpresa ver sus aguas y sedimentos de nuevo teñidos de rojos, amarillos, naranjas...
¡Fantásticas! Tengo que volver por allí despacio, sólo he estado una vez y quise hacer muchas cosas en poco tiempo, lo que restó lugar a la fotografía sosegada
ResponderEliminarSí. Hay que ir con tiempo. Y además nunca lo encuentras igual. Saludos.
EliminarImpresionantes estas tomas, me fascinan.
ResponderEliminarMuchos besos.
impresionantes imagenes, saludos.
ResponderEliminar